Nuevas ruralidades
La caracterización del territorio a partir del grado de urbanización tiene fuertes implicaciones al momento de aplicar y evaluar la política pública, focalizar la población objetivo y asignar los recursos. En México como en otros países es común observar por parte de organismos públicos acciones e indicadores diferenciados entre zonas urbanas y rurales, sin embargo, la definición oficial en México corresponde a la definición Censal dada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía que considera desde 1930 las zonas rurales como poblados de menos de 2,500 habitantes. A partir de los años noventa, en respuesta a las transformaciones del mundo rural se ha reconsiderado el enfoque de dualidad, surgiendo enfoques denominados como “nueva ruralidad” y “multifuncionalidad” (Gaudin, 2019). El paradigma de nueva ruralidad es multidimensional (Ávila, 2015) y acepta la complejidad de las realidades rurales y de los vínculos existentes entre zonas urbanas y rurales. La OCDE (2006) define este paradigma como un cambio en la orientación de las políticas públicas y de los diferentes actores (público, privado, sociedad civil), desde el sectorial hacia el territorial, promoviendo cierta descentralización, valorizando las especificidades de lo local y del medio ambiente (amenidades, productos y servicios).
Una mejor definición de ruralidad que capte la heterogeneidad existente en los territorios y promueva una nueva operacionalización de los espacios rurales-urbanos es una condición necesaria para poder tanto mejorar el enfoque de las acciones públicas como actualizar el imaginario colectivo. Además, es necesario una redefinición y una homogenización entre países para facilitar comparaciones.
De esta manera, el Grupo Territorio y Bienestar trabaja en colaboración con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dentro del proyecto CEPAL: Caracterización de los espacios rurales en México a partir de estadísticas nacionales. El proyecto busca llevar a cabo un análisis de los alcances y límites de la definición oficial que prevalece sobre los espacios rurales en México, y construir de manera colaborativa una nueva definición de los espacios rurales en el país, a partir de las herramientas estadísticas disponibles.